Acompañamiento del trauma desde una mirada somática

 El trabajo somático en el TRAUMA

 

 

Es un enfoque terapéutico que se centra en el cuerpo para procesar y liberar experiencias emocionales dolorosas.  

 

Trabajar el trauma desde la mirada somática significa entender que la herida no está solo en la memoria o en los pensamientos, sino también en el sistema nervioso, los músculos, la postura, la respiración y los patrones corporales de movimiento.


En este enfoque, el cuerpo no es solo “testigo” del trauma: es donde el trauma vive y también por donde se libera.

 

¿Qué es el trauma desde la perspectiva somática?

 El trauma no se entiende solo como un evento doloroso, sino como una respuesta incompleta del cuerpo ante una amenaza. Cuando algo nos sobrepasa (física o emocionalmente), el sistema nervioso puede quedarse “atascado” en:

 

  • Lucha (fight)

  • Huida (flight)

  • Congelamiento (freeze)

  • Colapso (shutdown)

 

Esto puede dejar huellas físicas: tensión crónica, problemas digestivos, dolores, insomnio, disociación, entre otros.

 

Principios clave de la mirada somática

1. El trauma es una respuesta, no solo un evento

  • No es únicamente lo que pasó, sino cómo el cuerpo lo vivió y qué respuesta quedó incompleta (huida, lucha, congelamiento).

  • El sistema nervioso puede quedar “atrapado” en ese patrón, incluso años después.

2. El cuerpo habla antes que las palabras

  • Tensión crónica, dolores sin causa médica clara, respiración superficial, fatiga constante, problemas digestivos o sueño interrumpido son señales de trauma somático.

  • Muchas veces el cuerpo “recuerda” sin que la mente lo entienda.

3. Seguridad antes que exploración

  • No se “revive” el trauma de golpe.

  • Se construyen primero recursos corporales que den seguridad (respiración, anclaje, posturas que den apoyo).

Estrategia somática para trabajar el trauma

1.     Regular el sistema nervioso

o   Respiración lenta y suave.

o   Contacto con superficies estables (pared, suelo, cojín firme).

o   Movimiento rítmico y repetitivo (balanceo, caminar).

2.     Reconectar con el cuerpo

o   Escanear sensaciones físicas sin juzgarlas.

o   Notar qué partes se sienten más vivas, tibias o ligeras.

o   Usar el tacto consciente (autoabrazo, manos en el corazón o abdomen).

3.     Liberar tensión de forma dosificada

o   Sacudir extremidades, estiramientos suaves, temblores naturales.

o   Evitar forzar; detenerse si surge ansiedad alta o desconexión.

4.     Integrar

o   Observar cambios después de cada ejercicio.

o   Cerrar siempre en una sensación segura o neutra.

o   Agradecer al cuerpo su trabajo, reforzando la confianza interna.

Objetivos del trabajo somático en trauma

 

1.     Reconectar con el cuerpo para recuperar la sensación de seguridad.

2.     Liberar la energía bloqueada que quedó atrapada en la respuesta traumática.

3.     Regular el sistema nervioso para responder de forma flexible al presente.

4.     Integrar la experiencia sin reactivar el trauma.

 

Técnicas y métodos comunes

 

  • Somatic Experiencing® (Peter Levine) → Trabaja en micro-pasos para descargar la energía traumática.

  • Sensorimotor Psychotherapy (Pat Ogden) → Combina conciencia corporal y psicoterapia.

  • TRE® (Tension & Trauma Releasing Exercises) → Usa ejercicios para inducir temblores neurogénicos que liberan tensión.

  • Focusing (Eugene Gendlin) → Conexión con las sensaciones internas (“felt sense”).

  • Movimiento consciente y respiración → Yoga, tai chi, danza terapia.

 

Cómo se diferencia de la terapia verbal tradicional

En la mirada somática, el objetivo no es entender “por qué pasó” sino darle al cuerpo la oportunidad de completar y descargar lo que no pudo hacer en el momento del trauma. Una vez que el cuerpo se regula, la mente también puede organizar mejor la experiencia.

 

Como empezar a trabajar el trauma desde el cuerpo

Lo esencial es ir de menos a más y con seguridad, porque el sistema nervioso necesita sentir que tiene control y opciones.
No se trata de “revivir” el trauma, sino de restaurar la sensación de seguridad y movilidad interna.

1. Establecer seguridad primero

Antes de intentar “liberar” nada, el cuerpo debe aprender a reconocer y sostener estados seguros.

  • Practica anclaje: sentir el suelo bajo los pies, el peso del cuerpo en la silla.

  • Identifica lugares seguros (una habitación tranquila, un rincón acogedor).

  • Evita prácticas intensas sin supervisión al inicio.

 2. Aprender a regular el sistema nervioso

El trauma suele dejar el sistema nervioso hiperactivado (alerta constante) o hipoactivado (apatía, desconexión).

Herramientas iniciales:

  • Respiraciones largas y suaves (no forzadas).

  • Movimiento lento y consciente.

  • Sonidos suaves (cantar, tararear) para activar el nervio vago.

3. Desarrollar tolerancia a las sensaciones

 El trauma hace que ciertas sensaciones físicas sean “etiquetadas” como peligrosas, aunque no lo sean.

  • Practica notar sensaciones agradables o neutras (calor de una manta, contacto de las manos).

  • Permite sentirlas por unos segundos y luego regresa a algo que te haga sentir seguro.

  • A esto se le llama titulación: dosificar la experiencia para no sobrecargar.

 

4. Incorporar descarga física suave

 Cuando el cuerpo está listo, se puede liberar tensión atrapada:

  • Sacudir suavemente brazos y piernas.

  • Hacer estiramientos con exhalaciones largas.

  • Caminar conscientemente sintiendo cada paso.

  • Ejercicios TRE® (con guía profesional).

 

5. Integrar la experiencia

  • Después de cada ejercicio, dedica unos segundos a notar cómo te sientes.

  • Reforzar con frases internas como: “Esto es ahora, no es el pasado”.

  • Terminar siempre en una sensación de calma o neutralidad.

 

Regla de oro:

Primero aprender a regular, después a explorar.
Trabajar el trauma desde el cuerpo no es una carrera; es un entrenamiento de seguridad interna que se construye poco a poco.

 

 

 

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