Las adicciones

En biodescodificación se considera que las adicciones no son solo conductas compulsivas, sino respuestas inconscientes a conflictos emocionales no resueltos, muchas veces asociados al vínculo con los padres o figuras parentales.

Según esta mirada, detrás de una adicción suele haber un desequilibrio o herida emocional relacionada con una figura parental, especialmente en etapas tempranas de la vida.

1. Figura materna

Una adicción puede estar relacionada con la madre cuando:

  • Hubo abandono real o simbólico, o una madre emocionalmente ausente.

  • El hijo/a no sintió nutrición afectiva, aunque hubiese presencia física.

  • Hay un conflicto de fusión (la madre no permite la autonomía y el hijo busca liberarse, incluso autoagrediéndose con la adicción).

  • La sustancia adictiva (alcohol, comida, dulces) representa la leche materna o el afecto perdido.

Ejemplo: Comer compulsivamente puede simbolizar la búsqueda de "llenarse" del amor materno que no se recibió.

 

 2. Figura paterna

Una adicción puede reflejar un conflicto con el padre cuando:

  • Hay ausencia o autoritarismo excesivo.

  • El padre no valida la identidad, el valor o el rol del hijo (por ejemplo: “no eres suficiente”).

  • El hijo busca constantemente aprobación o reconocimiento, y al no encontrarlo, se anestesia con la adicción.

  • Se vive un conflicto de dirección, porque el padre no supo guiar, contener o mostrar el camino.

Ejemplo: Una adicción al riesgo, al trabajo o a la competitividad puede simbolizar la búsqueda constante de merecer el amor o la validación del padre.

 

3. Herencia transgeneracional

En biodescodificación también se considera:

  • El proyecto sentido: lo que los padres esperaban de ese hijo antes de nacer (por ejemplo: ser el salvador de la pareja, el que una a la familia, el que cuide a la madre).

  • Los secretos familiares, duelos no resueltos o traumas heredados.

  • Lealtades inconscientes a ancestros que sufrieron pérdidas, adicciones o fueron excluidos.

 

 ¿Qué busca la adicción desde esta visión?

  • Tapar un dolor ancestral o emocional.

  • Llenar un vacío afectivo (normalmente enraizado en la infancia).

  • Buscar simbólicamente el abrazo, la mirada, el reconocimiento de mamá o papá.

 

En resumen:

Desde la biodescodificación, las adicciones no se ven como enfermedades en sí, sino como soluciones biológicas de adaptación emocional, muchas veces asociadas a carencias, heridas o desórdenes en el sistema familiar, especialmente con las figuras parentales.

Si quieres, puedo ayudarte a indagar más en un caso concreto, o guiarte con preguntas para hacer una pequeña "lectura emocional" del conflicto detrás.

 

Que suele haber detrás de una adicción:

1. Dolor emocional no procesado

Muchas adicciones nacen como una forma de escapar del sufrimiento. Puede tratarse de:

  • Abandono o rechazo en la infancia.

  • Maltrato físico o emocional.

  • Pérdida de un ser querido.

  • Vergüenza profunda o humillación.

El consumo o la conducta adictiva actúa como un anestésico.

2. Vacío existencial

Cuando no sentimos un propósito claro en la vida o nos desconectamos de nosotros mismos, podemos buscar llenarnos con sustancias o estímulos:

  • Drogas, alcohol, comida, compras, sexo, trabajo excesivo, redes sociales.

  • Todo puede convertirse en una adicción si lo usamos para evadir lo que sentimos.

3. Desregulación emocional

Algunas personas nunca aprendieron a gestionar sus emociones sanamente (por ejemplo, la tristeza, la frustración o la soledad). La adicción entonces:

  • Se convierte en una forma de regular lo que no se sabe cómo enfrentar.

  • Satisface una necesidad de control frente al caos interno.

4. Falta de conexión auténtica

Las relaciones superficiales, frías o dañinas pueden dejar una sensación de aislamiento:

  • El ser humano necesita vínculos reales.

  • La adicción muchas veces es un intento torpe de sentirse acompañado, aunque sea por una sustancia o una rutina.

5. Factores biológicos y genéticos

También hay una predisposición neuroquímica y genética:

  • Algunas personas tienen sistemas de recompensa cerebral más sensibles o una menor capacidad de producir dopamina de forma natural.

  • Esto las hace más vulnerables a volverse dependientes de estímulos externos para sentir placer.

6. Entorno y cultura

El entorno también moldea nuestras adicciones:

  • Culturas que glorifican el consumo, la productividad extrema o el entretenimiento constante.

  • Familias disfuncionales, pobreza, violencia o presión social.

 

7. Dolor no resuelto

Traumas pasados, duelos no procesados, o heridas emocionales profundas pueden crear un malestar constante que tratamos de anestesiar con adicciones (alcohol, drogas, comida, trabajo, redes sociales...).

8. Autoimagen deteriorada

El sentirse insuficiente, no merecedor, o constantemente insatisfecho con uno mismo lleva a buscar algo externo que “compense” ese malestar interno.

La paradoja

lo que buscamos fuera es algo que sólo se puede trabajar desde dentro. Y eso, aunque es difícil, también es una puerta de salida.

En resumen

La adicción no es el verdadero problema, sino una respuesta al dolor, al vacío o al desarraigo. Es una señal de alarma, no una simple "debilidad". Para sanar, muchas veces no basta con eliminar la sustancia o conducta: hay que mirar lo que hay detrás.

 

Si quieres, puedo ayudarte a indagar más si contestas unas preguntas

FASE 1: La adicción como síntoma.

Aquí no se trata solo de "quitar" la adicción, sino de entender qué función cumple en tu vida.

1. ¿Qué te da tu adicción (placer, escape, control, calma)?, que no logras conseguir en tus relaciones
¿Qué sientes justo antes de recurrir a ella? ¿Y qué sientes justo después?

2. ¿Qué pasaría si dejaras de hacer eso por completo?
¿Qué emociones o sensaciones aparecen si no la tienes? ¿Ansiedad, vacío, tristeza, soledad...?

3. ¿Cuándo comenzó esta adicción o conducta compulsiva?
¿Qué vivías en tu vida en ese momento? ¿Había algún conflicto, pérdida o cambio importante?

4. ¿Qué parte de ti crees que está siendo "castigada" o "reparada" con esta conducta? 

5. ¿Qué es lo que no te permites sentir cuando estás solo/a?

Simbólicamente: la adicción puede representar una madre o padre simbólico que te “abraza” o “calma” cuando nadie más lo hace.

FASE 2: Infancia y figuras parentales

Aquí se trata de ver cómo te marcó emocionalmente tu historia con mamá y papá, no solo lo que hicieron, sino cómo te hicieron sentir.

  • ¿Qué emociones no te estaba permitido mostrar en tu casa? (¿Tristeza, rabia, miedo, deseo?)

  • ¿A quién tenías que cuidar tú? ¿Fuiste niño/a cuando debiste ser adulto?

  • ¿Sientes que tu dolor fue visto o reconocido por tus padres?

  • ¿Qué aprendiste del amor a través de ellos? ¿Era condicionado, distante, ausente?

A veces la adicción es una forma de "protesta silenciosa" hacia los padres, o un intento de seguir unidos a ellos a través del dolor.

6. ¿Cómo fue tu vínculo con tu madre en la infancia?
¿La sentías presente emocionalmente? ¿Protegía, controlaba, ignoraba?

7. ¿Qué tipo de relación tenías con tu padre?
¿Estaba presente? ¿Te validaba, guiaba, exigía, rechazaba?

8. ¿A quién se parece tu adicción: a mamá o a papá?
¿Esa adicción te da lo que uno de ellos no te dio? ¿O te aleja del dolor que uno te generó?

9. ¿Qué crees que querías que tus padres te dieran y no te dieron?
 ¿Cariño, atención, libertad, validación, seguridad?

FASE 3: Proyecto sentido y transgeneracional

Aquí buscamos comprender si tu vida responde a un mandato familiar inconsciente, si estás reparando algo que no es tuyo.

Explora:

  • ¿Tus padres perdieron algún hijo antes o después de ti?

  • ¿Hubo algún excluido, suicida, adicto o abusador del que no se hablaba?

  • ¿Con quién compartes fecha de nacimiento, nombre, historia parecida?

  • ¿Qué dramas o patrones se repiten en tu árbol (abandono, adicción, muerte temprana, pobreza, culpa, humillación...)?

En biodescodificación, se dice: "Lo que no se expresa, se hereda". A veces cargamos con el duelo o el secreto de otro.

10. ¿Qué esperaban tus padres de ti antes de nacer?
¿Eras buscado? ¿Fuiste un “accidente”? ¿Venías a “salvar” una situación o relación?

11. ¿Hay antecedentes de adicciones, secretos, duelos no resueltos o exclusiones en tu familia?
¿Alguien fue alcohólico, adicto, murió joven, fue rechazado o “desaparecido” del relato familiar?

12. ¿Te sientes a veces como si vivieras la vida de otro?
Como si cargases una historia que no es tuya...

FASE 4: El sentido simbólico

El símbolo y el lenguaje del cuerpo

  • ¿Qué parte de tu cuerpo está más involucrada en la adicción?

  • Si esa parte hablara, ¿qué te diría?

  • ¿Qué siente tu cuerpo cuando estás en abstinencia o sin la adicción?

Ejemplo simbólico:

  • Fumar = necesidad de respirar otra realidad.

  • Comer compulsivamente = falta de nutrición emocional.

  • Alcohol = deseo de desconexión de una emoción insoportable.

  • Drogas = evasión de la realidad o trauma intenso no elaborado.

  • Trabajo excesivo = miedo a no valer por lo que eres, solo por lo que haces.11. Si tu adicción fuera una persona, ¿qué te diría? ¿Qué necesita?
    Habla con ella como si fuera un niño o un mensajero.

13. ¿Qué emoción estás evitando sentir realmente?
Detrás del consumo o la compulsión, ¿hay soledad, abandono, culpa, ira, miedo...?

14. ¿Qué parte de ti está pidiendo ser escuchada, pero ha sido silenciada?

 

FASE 5: La emoción raíz

La mayoría de las adicciones están sostenidas por una emoción no permitida. Muchas veces esa emoción es antigua, infantil.

🔍 Profundiza con estas preguntas:

15.¿Qué necesitabas desesperadamente de tus padres y nunca llegó?

16. ¿A qué edad sientes que algo "se rompió" en tu vida?

17. ¿Qué te hizo sentir profundamente solo/a por primera vez?

18. ¿De qué situación nunca hablaste con nadie?

La adicción calma una herida primaria, muchas veces no consciente. Pero también puede ser el intento del alma de salir de un congelamiento emocional.

Y ahora... ¿quién serías sin la adicción?

Esta es una de las preguntas más poderosas y más temidas.

19. ¿A quién dejarías de parecerte si dejas tu adicción?

20. ¿Qué harías con la energía que se libera?

21. ¿Qué vida estarías listo/a para habitar si no tuvieras que sostener ese dolor?

¿Qué hacer con esto?

Puedes tomar nota de las respuestas, incluso escribirlas como diario emocional. La clave no es juzgar, sino observar desde la conciencia. Lo que se hace consciente, puede empezar a sanar.

Si en algún punto te sientes abrumado, recuerda que esto no se trata de encontrar culpables, sino de comprender los hilos invisibles que nos atan, para poder soltarlos.

 

Desde la biodescodificación, cada tipo de adicción no es vista como una enfermedad en sí, sino como un síntoma con un sentido biológico y emocional profundo, una forma inconsciente de compensar una carencia emocionalprotegerse del dolor o adaptarse a una herida no resuelta.

A continuación te dejo una lista de tipos comunes de adicciones y su posible significado simbólico y emocional según esta mirada:

1. Adicción al alcohol

Conflicto emocional:

  • Falta de amor materno, necesidad de calmar un vacío emocional muy profundo.

  • Deseo de desconectarse de la realidad o de emociones dolorosas como la soledad, la culpa o la vergüenza.

  • Conflicto de identidad: no sé quién soy si no me anestesio.

Herida primaria:

  • Carencia afectiva, abandono emocional en la infancia.

Biológico simbólico:

  • El alcohol actúa como "anestesia líquida", suaviza lo que duele.

2. Adicción a la comida (compulsiva, emocional)

Conflicto emocional:

  • Falta de afecto maternal, necesidad de sentirse nutrido o protegido.

  • Comer para llenar un vacío interior.

  • Necesidad de ocupar espacio o esconder el cuerpo (por ejemplo, como protección inconsciente frente a abusos).

Herida primaria:

  • Hambre de amor, abandono, miedo a no pertenecer.

Biológico simbólico:

  • El alimento representa a la madre. Comer compulsivamente es buscar ese amor perdido o ausente.

3. Adicción al cigarrillo

Conflicto emocional:

  • Necesidad de calma, contención, control de la ansiedad.

  • Conflicto de separación o pérdida no resuelta.

  • Fumar para sentir que "respiro" otra cosa distinta a mi dolor.

Herida primaria:

  • Sensación de soledad, separación emocional.

Biológico simbólico:

  • El humo es un “aire simbólico” que reemplaza el aire emocional del entorno.

4. Adicción a las drogas

Conflicto emocional:

  • Rechazo a la realidad, deseo de evadir un trauma profundo.

  • Búsqueda de conexión espiritual no resuelta.

  • Dolor psíquico o emocional insoportable.

Herida primaria:

  • Trauma intenso, abuso, vacío existencial.

Biológico simbólico:

  • Sustancia como puente a otra dimensión, escape del cuerpo físico.

5. Adicción a la tecnología, redes o videojuegos

Conflicto emocional:

  • Desconexión afectiva, falta de vínculos reales.

  • Evasión de la realidad, búsqueda de validación externa (likes, notificaciones).

  • Necesidad de sentir poder o control en un mundo virtual.

Herida primaria:

  • Falta de pertenencia, rechazo social o familiar.

Biológico simbólico:

  • El mundo digital sustituye el mundo afectivo y real. Representa un "útero simbólico" de protección.

6. Adicción al trabajo (workaholic)

Conflicto emocional:

  • Búsqueda de valor personal a través del hacer.

  • Miedo a la inutilidad, al vacío o al no reconocimiento.

  • Identidad basada en la productividad.

Herida primaria:

  • Padres exigentes, amor condicionado a logros.

Biológico simbólico:

  • Trabajar para "existir" o sentirse digno de amor.

7. Adicción al sexo o a las relaciones (codependencia)

Conflicto emocional:

  • Miedo a la soledad, a no ser querido.

  • Confusión entre amor y necesidad.

  • Repetición de vínculos tóxicos como espejo de vínculos familiares.

Herida primaria:

  • Falta de contacto físico o amor incondicional en la infancia.

Biológico simbólico:

  • El cuerpo y la sexualidad como vía de reconexión con lo perdido o negado.

8. Adicción a las compras / acumulación

Conflicto emocional:

  • Necesidad de llenar un vacío interno con objetos.

  • Falta de valoración personal, se intenta compensar con posesiones.

  • Sustitución del amor por pertenencias.

Herida primaria:

  • Falta de afecto, inseguridad emocional.

Biológico simbólico:

  • "Tener" en lugar de "sentir". Los objetos representan afecto o seguridad.

¿Cómo se sana una adicción según esta mirada?

La sanación pasa por:

1.     Tomar conciencia del conflicto biológico y emocional que hay detrás.

2.     Reconectar con la emoción raíz (la que fue negada, silenciada o congelada).

3.     Reordenar vínculos familiares o heridas con figuras parentales.

4.     Dejar de luchar contra el síntoma y empezar a escucharlo como mensajero.

 

Te propongo un ejercicio simbólico de reconexión emocional desde la mirada de la biodescodificación y la terapia sistémica. Es un ejercicio íntimo, potente, que puedes hacer solo/a, en un lugar tranquilo. La idea no es "curar" de inmediato, sino darle voz al síntoma (adicción) y restaurar el vínculo con lo que realmente pide tu alma

EJERCICIO SIMBÓLICO: EL SÍNTOMA COMO MENSAJERO

Objetivo:

Escuchar lo que la adicción viene a mostrarte y abrir un camino simbólico de sanación emocional con tus figuras parentales (madre, padre o ancestros), según lo que surja en ti.

1. Prepara el espacio

Busca un lugar tranquilo donde puedas estar sin interrupciones. Si puedes, ten cerca:

  • Dos sillas vacías.

  • Una hoja y bolígrafo.

  • (Opcional) Una vela o música suave.

2. Conecta con la emoción

Siéntate con los ojos cerrados. Respira profundo. Visualiza o siente esa adicción o conducta compulsiva que quieres entender.

Pregunta en voz alta o mentalmente:

“¿Qué estás haciendo por mí?”
“¿Qué tratas de evitar que yo sienta?”
“¿Qué vacío estás tratando de llenar?”

Es probable que aparezca una emoción: tristeza, soledad, abandono, rabia, miedo.
Déjala estar. No la analices. Solo obsérvala.

3. Silla del síntoma

Ahora, cambia de silla (si tienes dos), y siéntate como si fueras tu adicción.

Habla desde ahí en primera persona, como si fueras esa energía. Puedes decir:

“Yo soy tu adicción. Estoy aquí porque…”
“Te ayudo a no sentir…”
“Si me soltaras, tendrías que enfrentar…”
“Te acompaño porque tú…”

Escribe o graba lo que surja. Este momento es revelador.

4. Silla del niño interior

Ahora visualízate como un/a niño/a de 5 o 6 años. Siéntate como él/ella (en otra silla si puedes) y pregúntale:

“¿Qué necesitabas en ese momento?”
“¿Quién no estuvo ahí?”
“¿Qué querías que mamá/papá te dijera?”
“¿Qué aprendiste de ese dolor?”

Tómate tu tiempo. A veces salen lágrimas, bronca o silencio. Todo está bien. Ese niño solo quiere ser visto y escuchado.

5. Incluir a mamá o papá (si resuena)

Elige si quieres trabajar con la figura materna o paterna (la que sientas más relacionada con tu historia). Visualiza a esa figura frente a ti.

Desde tu lugar adulto, di en voz alta (o mentalmente):

“Mamá / Papá, no me diste lo que necesitaba, y lo busqué en otro lado.”
“Tomé esta adicción para sobrevivir a tu ausencia / exigencia / dolor.”
“Hoy reconozco que este peso no es mío.”
“Te devuelvo lo que no me corresponde y me quedo solo con lo que me fortalece.”

Puedes decirle también:

“Gracias por darme la vida. Lo demás, lo elaboro yo.”

6. Ritual de cierre

Coloca tus manos en el corazón. Respira profundo.

Di:

“Reconozco la función que tuvo esta adicción en mi historia.
Ya no la necesito como antes.
Agradezco el aprendizaje, y elijo avanzar con consciencia y compasión.”

Puedes cerrar encendiendo una vela o haciendo un gesto simbólico de soltar (romper un papel, dejar una piedra, etc.).

Sugerencia

Después del ejercicio, escribe lo que sentiste, lo que apareció, las frases que más te movieron.

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