El nudo en la garganta

El nudo en la garganta: una puerta hacia lo no expresado

 

1. Desde lo físico

El “nudo en la garganta” es una sensación real, causada por la tensión en los músculos de la faringe y la laringe. Puede aparecer cuando intentamos contener el llanto, cuando estamos muy nerviosos, ansiosos o incluso durante episodios de estrés intenso. El cuerpo responde con un reflejo natural: la glotis (por donde pasa el aire) se cierra parcialmente, y eso genera esa presión incómoda que sentimos como si algo nos apretara desde dentro.

 

2. El mensaje emocional

El nudo en la garganta suele ser la señal de que algo dentro de ti quiere salir y no encuentra el camino. Esa presión es el recordatorio de que tu cuerpo también habla cuando tu voz calla.

  • Puede aparecer cuando queremos llorar, gritar o decir algo importante, pero sentimos que no “debemos” o no “podemos” y lo reprimimos, lo aguantamos. El miedo o la vergüenza no nos dejan.

  • Representa la lucha entre la necesidad de soltar y el miedo a mostrar vulnerabilidad.

  • En lo profundo, suele estar conectado con tristeza reprimida, dolor de una pérdida, palabras no dichas o incluso con la sensación de injusticia y rabia contenida.


Pregúntate:

  • ¿Qué emoción estoy conteniendo en este momento?

  • ¿Qué me daría miedo mostrar si dejo salir lo que siento?

 

3. Desde la biodescodificación

La garganta simboliza la expresión de la verdad interna. Cuando aparece un nudo, puede haber memorias de “quiero decir, pero no puedo”. Muchas veces se conecta con aprendizajes tempranos: “no llores”, “no hagas drama”, “no contradigas”, o con lealtades familiares donde se aprendió que “llorar es de débiles” o “callar es mejor que incomodar”.

También puede conectarse a memorias de la infancia: momentos en los que expresar lo que sentías no era seguro (porque había crítica, burla, indiferencia o castigo).

En ese sentido, el cuerpo guarda la emoción como un “mensaje pendiente”, esperando a ser liberado.

 

Ejercicio:

  • Cierra los ojos, lleva tu mano a la garganta y respira profundo.

  • Imagina que el nudo tiene voz. Pregúntale:
    “¿Qué palabra, llanto o grito estás guardando por mí?”

  • Escríbelo sin censura, aunque no tenga sentido.

 

4. Desde el trabajo de partes

El nudo puede ser la manifestación de una parte protectora. Esa parte aprendió que callar te protegía del rechazo o el dolor. No es tu enemiga: intenta cuidarte.

  • Puede ser un niño interior que aprendió a callar.

  • Puede ser una parte protectora que bloquea el llanto o la palabra para evitar el rechazo o la vergüenza.

  • Puede ser una parte que teme que, si se permite sentir, la emoción será demasiado intensa y no habrá control.

En este trabajo, en lugar de luchar contra el nudo, se explora con curiosidad:


“¿Qué parte de mí necesita ser escuchada en este momento?”
“¿Qué quiere proteger este nudo?”

 

Diálogo interno:

  • Puedes decir en silencio:
    “Gracias por protegerme. Sé que intentas cuidarme. Pero ahora estoy aquí, soy adulta y quiero escuchar lo que no pudiste decir antes.”

  • Permite que aparezca la emoción que estaba bloqueada.

 

 5. Desde la mirada del trauma

 Muchas veces el nudo activa memorias de cuando expresarse no era seguro.

  • Si de pequeños experimentamos que llorar, gritar o decir la verdad no era seguro, el cuerpo aprendió a bloquear la garganta como mecanismo de supervivencia.

  • Ese bloqueo, con los años, se convierte en el nudo: una tensión automática, que aparece incluso en situaciones actuales que “reactivan” memorias pasadas. 

No se trata de “superar” rápido, sino de crear el espacio que antes no existía.

 Ejercicio de regulación:

  • Coloca una mano en tu pecho y otra en tu garganta.

  • Respira lento, sintiendo el contacto de tus manos.

  • Repite: “Ahora estoy a salvo. Aquí puedo sentir y expresar, a mi ritmo.”

  • Si llega el llanto, déjalo fluir como una liberación natural.

El trauma entonces no está en el evento en sí, sino en cómo quedó atrapada la emoción en el cuerpo. El nudo es un “congelamiento”, un reflejo de aquel momento donde no pudimos expresarnos, y se reactiva cuando algo actual toca la misma herida.

 

6. Integración

El nudo en la garganta no es un enemigo, sino un umbral. Cada vez que aparece, recuerda:

  • Es la voz de una emoción viva.

  • Es una parte de ti pidiendo espacio.

  • Es un recuerdo que puede transformarse en presencia.

Abrir la garganta es abrir la posibilidad de decir, de llorar, de cantar, de gritar, de liberar.

 

Cierre terapéutico:
El nudo en la garganta no quiere ahogarte, quiere mostrarte que tu alma aún guarda palabras y lágrimas esperando nacer. Al atenderlo con ternura, transformas el bloqueo en expresión y el silencio en liberación.


En resumen:

El nudo en la garganta no es solo un síntoma, es un mensaje emocional.

Habla de algo que pide voz, de una parte interna que quiere ser liberada y de una memoria que aún espera reconocimiento. Atenderlo con ternura —a través del llanto, la palabra, la escritura o el acompañamiento terapéutico— permite transformar la opresión en expresión.


Reflexión

El nudo en la garganta, aunque incómodo, tiene un sentido: nos recuerda que somos sensibles, que lo que vivimos nos toca por dentro. Cuando lo dejamos salir (ya sea en forma de palabras, lágrimas o gestos), muchas veces llega la liberación.

 

 

¿Te gustaría poder hablar con tu garganta?, te dejo una meditación para que lo hagas

 

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